El cáncer se puede originar en cualquier parte del cuerpo. El cáncer que se origina en la pared muscular o en el tejido que sostiene al útero se llama sarcoma uterino. Se origina cuando las células crecen sin control y desplazan a las células normales.
El sarcoma uterino es poco común. Muchas personas realmente hablan sobre el cáncer de endometrio cuando dicen cáncer de útero. Este cáncer es mucho más común. El mismo se origina en el recubrimiento del útero. No es igual al sarcoma uterino.
Las células cáncerosas se pueden propagar a otras partes del cuerpo. Las células del sarcoma en el útero a veces pueden viajar a los pulmones o a los huesos y crecer allí. Cuando las células cáncerosas se propagan, esto se llama metástasis. Para los médicos, las células cáncerosas en el nuevo sitio son idénticas a las del sarcoma uterino.
El cáncer siempre recibe el nombre del sitio donde se origina, porque cuando las células cáncerosas crecen en un nuevo sitio, aun así son idénticas a las células donde se originó el cáncer. De modo que cuando el sarcoma uterino se propaga a los pulmones (o a cualquier otro sitio), aun así se llama sarcoma uterino. No se llama cáncer de pulmón a menos que se origine a partir de células del pulmón.
¿Cómo sabe el médico que tengo sarcoma uterino?
Puede que el sarcoma uterino no se detecte hasta que una mujer va al médico debido a un sangrado nuevo o inusual de la vagina.
Su médico le hará preguntas sobre su salud y le hará un examen físico y pélvico. Si los signos apuntan hacia el sarcoma uterino, se llevarán a cabo más pruebas. Aquí se detallan algunas de las pruebas que podrían ser necesarias:
Biopsia de endometrio: En esta prueba, el médico extrae un pequeño fragmento del recubrimiento del útero (el endometrio) para analizarlo y ver si hay células cáncerosas. Se coloca un tubo delgado por la vagina hasta el útero. Luego se extrae mediante succión un pequeño fragmento de endometrio a través del tubo. Una biopsia es la única forma de saber con seguridad si usted tiene cáncer.
Histeroscopia: se coloca un pequeño telescopio a través de la vagina para ver el interior del útero. El útero se llena con agua salada para que el médico pueda observarlo mejor. Esto permite al médico encontrar cambios y extraer lo que no debería estar allí. Para hacer esta prueba, se utiliza un medicamento para adormecer el área, pero la mujer está despierta.
Dilatación y curetaje o D&C: esta prueba puede ser necesaria si no se obtiene suficiente tejido mediante la biopsia, o si los resultados no son claros. En este procedimiento, se abre la abertura del útero (llamada cuello uterino) y se emplea un instrumento especial para extraer tejido del endometrio mediante raspado. Puede que se administren medicamentos para ayudarle a dormir durante esta prueba.
Ecografía transvaginal (TVUS): para esta prueba, una varilla pequeña se coloca en la vagina. Este dispositivo emite ondas de sonido y recoge el eco que rebota desde los tejidos. Los ecos se convierten en una imagen en la pantalla de una computadora. Estas imágenes pueden ayudar a indicar si un cáncer está creciendo hacia la capa muscular del útero. (A esta capa se le llama miometrio).
Tomografía computarizada (CT): este estudio también se denomina tomografía axial computarizada (CAT). Es una clase especial de radiografía que capta imágenes detalladas para saber si el cáncer se ha propagado a los ganglios linfáticos adyacentes.
Radiografía de tórax: podrían hacerle radiografías para determinar si el cáncer se ha propagado a los pulmones.
Tomografía por emisión de positrones (PET): en este examen, se le administra un tipo especial de azúcar que puede verse dentro de su cuerpo con una cámara especial. Si hay cáncer, este azúcar aparece como una “zona destacada” (puntos que brillan) donde se encuentra el cáncer. Esta prueba es útil cuando su médico considera que el cáncer podría haberse propagado, pero desconoce el sitio de posible propagación.
Análisis de sangre: algunos análisis de sangre pueden darle al médico más información sobre su estado general de salud.
¿Qué tipo de tratamiento necesitaré?
Hay muchas maneras de tratar el sarcoma uterino, pero los principales tipos de tratamiento son: local o sistémico.
La cirugía y la radioterapia se utilizan únicamente para tratar el cáncer. Estas no afectan el resto del cuerpo. Esto se denomina tratamiento local.
Los medicamentos usados en la quimioterapia recorren el cuerpo entero. Pueden alcanzar las células cáncerosas en cualquier parte del cuerpo. Esto se denomina tratamiento sistémico.
El plan de tratamiento que sea mejor para usted dependerá de:
- Dónde está el cáncer
- La etapa del cáncer
- La posibilidad de que un tipo de tratamiento cure el cáncer o ayude de alguna otra manera
- Su edad
- Otros problemas de salud que usted tenga
- Su opinión acerca del tratamiento y los efectos secundarios que causa
Cirugía para el sarcoma uterino
La cirugía es la forma más común para tratar el sarcoma uterino. Esta se utiliza para extirpar todo el cáncer. En la mayoría de los casos, esto significa que el útero es extirpado. Esto se llama histerectomía. Existen muchas maneras de hacer esta cirugía. Algunas veces, se extraen los ovarios y las trompas de Falopio al mismo tiempo. También se pueden extraer los ganglios linfáticos adyacentes para saber si contienen células cáncerosas.
Pregunte a su médico qué clase de cirugía es la que usted necesitará. Cada tipo tiene ventajas y desventajas.
Efectos secundarios de la cirugía
En cualquier tipo de cirugía puede haber riesgos y efectos secundarios. Pregunte al médico lo que usted puede esperar. Si tiene algún problema, dígaselo a sus médicos. Los médicos que tratan a personas con sarcoma uterino deben poder ayudarle con cualquier problema que se presente.
Tratamientos con radiación
La radiación usa rayos de alta energía (como rayos X) para matar las células cáncerosas. Existen dos maneras principales en las que puede administrarse la radiación.
- Braquiterapia vaginal: En este método, se colocan semillas radiactivas en un pequeño tubo que se introduce en la vagina. La braquiterapia no afecta a órganos cercanos como la vejiga o el recto tanto como la radiación externa.
- Radiación externa: Este tipo de radiación es como una radiografía común, pero toma más tiempo. La terapia se administra 5 días a la semana durante 4 a 6 semanas. Los tratamientos duran poco tiempo, pero los viajes diarios para recibir la radiación pueden ser agotadores.
Efectos secundarios de los tratamientos de radiación
Si su médico sugiere la radioterapia, pregúntele acerca de los efectos secundarios que podría tener. Los efectos secundarios dependen del tipo de radiación que se use. Los efectos secundarios más comunes de la radiación son:
- Cambios en la piel donde se administró la radiación
- Cansancio extremo (fatiga)
- Diarrea
- Problemas con la vejiga
- Cicatrices en la vagina
La mayoría de los efectos secundarios se alivian después de que finaliza el tratamiento. Sin embargo, algunos pueden durar más tiempo. Hable con su equipo de atención médica contra el cáncer sobre lo que usted puede esperar.
Quimioterapia
La quimio, la forma abreviada de la palabra “quimioterapia”, es el uso de medicamentos para combatir el cáncer. Los medicamentos pueden administrarse por vía intravenosa (en vena) u oral (pastillas). Estos medicamentos ingresan a la sangre y llegan a todo el cuerpo. La quimioterapia se aplica en ciclos o series de tratamiento. Cada serie de tratamiento es seguida por un periodo de descanso. La mayoría de las veces, se administran dos o más medicamentos de quimioterapia. Por lo general, el tratamiento dura muchos meses.
Efectos secundarios de la quimioterapia
La quimioterapia puede causarle sensación de mucho cansancio, malestar estomacal y caída del cabello. Sin embargo, la mayoría de los efectos secundarios de la quimioterapia desaparecen con el tiempo después de haber completado el tratamiento.
Hay formas de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la quimioterapia. Si usted presenta efectos secundarios, hable con su equipo de atención médica del cáncer para que puedan ayudarle.